Pero conseguí darme cuenta a tiempo. Y, aunque estés lejos, te llevo siempre conmigo. Aunque pase siglos sin ver tu rostro no lo olvido. Y mis labios recuerdan los tuyos.
Todavía me pregunto que hizo que decidieras estar conmigo. Solo soy un tonto lleno de cicatrices que vive pensando en ser mejor, pero que no lo consigue. Y aún así me miraste, sonreíste, con mil luciérnagas brillando en tus ojos. Aún así te acercaste y me susurraste al oído.
Y ahora nos comunicamos con mensajes en botellas, esperando el tren que te traerá de vuelta a casa. Esperamos, ilusionados, el momento de reencontrarnos. Y soñamos con que llegue el día en que ya no tengamos que separarnos. Hasta entonces, duerme tranquila. Podría esperar hasta convertirme en piedra, y aún así mi corazón seguiría latiendo con fuerza solo con pensar en ti.
Pensamiento De Un Esperma
Hasta que nos veamos de nuevo.

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