El rincón de pensar

Desde el día en el que, con alguien especial tuve la oportunidad de hablar de este tema en nuestro "rincón de pensa", ya tenía ganas de escribirlo. El poco tiempo, mezclado con miles de pequeñas tareas, hacen que, a veces, tenga que autoguardarme las cosas.

Dicen, o por lo menos a mi siempre me lo han dicho, que los humanos siempre tropezamos dos veces con la misma piedra. Yo debo de ser de otra raza o, simplemente más gilipollas que nadie. Volvería una y otra vez a tropezar con la misma piedra.

Es más, aun podría ir más lejos, podrían ponerme esa misma piedra en mi camino, justo enfrente de un barranco, y iría corriendo, descosido y feliz a caer por ese precipicio. Y es que, los problemas de los masocas y, el mío, es que, cuanto más caigo, con más ganas de caerme me levanto.

Me gustaría ser un dibujo animado, tener una especie de botón de reset, de volver a empezar de cero, aunque, aun así, estoy seguro de que, si volviera a aparecer la misma piedra, me volvería a tropezar.

No se que hacer, sólo me queda asumir que soy gilipollas, y que, cuanto más daño me haga, cuantas más veces caiga, más quiero y más busco a esa piedra...

Ojalá esto fueran matemáticas, aplicas la fórmula secreta y, "boila" todo está solucionado. Pero lo cierto es que la vida no funciona así, el tiempo es la única fórmula que puede llegar al "boila" aunque, no es ni exacta ni sigue una reglas.

Así que, como no se puede combatir contra una piedra, no me queda otra, a tropezarse, a levantarse y a esperar a que, el dichoso tiempo, haga mellas en mi.

Diario De Un Esperma

El rincón de pensar