No me cabe duda, mi padre es la mayor gloria que Dios haya podido crear - En caso de que creamos que haya un ente superior que todo lo controla-. Cuando tenía 10 años, el ya estaba en Alemania intentando que cada día pudiera tener un plato de spaguettis en la mesa. Ahora, 10 años más tarde. Cada día se levanta a las 2 de la mañana para, que cada día, sus 3 hijos, puedan vivir de una manera digna y normal.
Así que hoy hago esta publicación, para darle las gracias a mi padre. Por darme cada día lo que necesito, que no es más que un poco de cariño por tu parte y por ser tan especial, siempre que quieres.
Ahora, su último regalo, un coche del año 1999, un renault megane. Así que la felicidad, como podéis comprender, inunda mi ser.
Gracias papa, no sólo por darme la vida, si no, por haberme hecho un hombre, un caballero de los píes a la cabeza.
Te quiero.

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