jueves, 19 de marzo de 2015

¿Que das, que no das? ~ Diario

Me vengo al cuartito, estoy yo solo. No es que me guste la soledad, pero si hay momentos en los que se necesita reflexionar. Y que mejor forma que estar tú solo, con un blog y mil ideas para plasmar en él.

La verdad es que a mi no me gusta creer en nada, ni en nadie. Así nunca me llevo ningún susto. Las personas no están, o no suelen estar dispuestas a dar lo mismo que yo daría por ellas. Por lo menos a mi me pasa. Suele ser porque soy una persona bastante solidaria y cariñosa. Y ese es mi fallo que me encariño con las personas y doy demasiado, sin mirar lo que están dando por mi. Se que a muchos otros también les pasa esto, aunque no se den cuenta. Lo se de muy buena mano.

Es la conclusión que saco después de mucho reflexionar sobre este tema y, defraudado con la sociedad avariciosa y decadente. Si quieres conseguir algo, si quieres llegar a algo, si necesitas algo, intenta conseguirlo tú mismo, nadie va a luchar más por algo que quiere que tú mismo.

Se que a veces es difícil ser perseverante, pues seguramente yo sea la persona que más rápido tire la toalla cuando se le presenta algún problema por el medio. Sobre todo si hablamos del tema sentimental, que defraudado con la chica que me gusta, decido soplar de ella. Y quizás esto sea un fallo o un acierto. Seguro que un acierto, pues nadie suele estar dispuesto a dar por mi lo que yo daría por ella.

La verdad es que en lo único que creo es en Jesucristo, aunque, cada vez me cuesta más sacar mi fe a relucir, no como hace años, que mi vida estaba dedicada a peregrinaciones, retiros espirituales y comunidades esclesiásticas. Hasta que me di cuenta que nadie de esa gente estaba dispuesta a dar por mi, lo que yo daba por ellas. Y ese es mi problema, que doy demasiado, que suelo conocer a alguien y ya le doy todo lo que tengo.

Si me notáis tenso, seco, desagradable... es porque a partir de ahora, no voy a obligar a nadie a quedarse en mi vida, todo lo contrario. Los voy a obligar a irse a todos de mi vida, quién de verdad insista en quedarse, es quién de verdad merecerá la pena. Porque, yo si estoy dispuesto a insistir a quedarme en la vida de muchísimas personas pero ¿Darían ellas por mi, lo mismo que yo daría por ellas? Pronto lo sabré y tendréis noticias frescas.

Pensamientos De Un Esperma

¿Que das, que no das?


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