Un mundo perezoso

Todos, alguna vez en la vida, hemos dejado para mañana lo que podíamos hacer hoy. O para la semana, mes o año que viene. Podríamos decir que aplazar la faena es una tradición que comparte toda la humanidad. A todos nos gusta más estar en casa haciendo el vago que fuera de ella siendo productivos. Y hoy en día cada vez hay formas más sofisticadas de perder el tiempo.

La televisión, por ejemplo. Si todas las personas del mundo dedicaran el tiempo que están delante de la caja tonta a buscar la cura para el cáncer, tardarían menos de un año en conseguirlo. Internet se creó para que universidades de todo el mundo pudieran compartir datos y colaborar en sus investigaciones. ¿Cuantas horas al día pasamos navegando por la red hoy en día? Y lo más importante que hacemos es ver incontables fotos de nuestros amigos y ver vídeos de gatitos. Los videojuegos mueven cantidades escandalosas de dinero a nivel mundial. Hay gente que les dedica años de su vida. Pero, ¿que consigues completando un juego al 100% con todos los logros? Pues desgastarte los dedos y sentirte orgulloso de ti mismo durante diez minutos. Y aún así, seguimos haciendo estas cosas, porque nos encanta perder el tiempo, como si tener tiempo fuera malo.

Un día "normal" de instituto, de 8 a 14, eran 6 horas. Eso es un cuarto de las horas de un día. Si hubiera dormido 12 horas, cosa que no hacía, me habrían seguido quedando otras 6 para hacer lo que quisiera. ¿Las usaba para hacer algo minimamente útil? Nop. Estaba demasiado cansado después de estar en el instituto, así que el resto del tiempo "descansaba", quedándome embobado mirando una pantalla.

Pero un poco de pereza no es mala, ojo. Aunque parezca mentira, es el motor que motiva los avances científicos. ¿No me crees? La rueda nació porque alguien pensó en una forma de llevar carga de forma más cómoda. Las granjas porque si crías tus propios animales no tienes que matarte a correr para cazar. La bombilla está en todas las casas porque es menos trabajo darle al interruptor que encender una vela. El primer antibiótico, la penicilina, se descubrió porque alguien olvido limpiar una placa petri. ¿Nada mal eh?

Por todo esto, debería existir un día internacional de la pereza. Un día de vacaciones para todos los habitantes del planeta, para hacer el vago en casa. ¿Suena bien no? Enviaré una solicitud a la ONU o algo. Pero no ahora, ahora voy a hacer la siesta. Puede que mañana... si eso...

                       Pensamiento De Un Esperma