Y tú puedes ir todo lo preparado que creas que vas. Piensas "he podido con todo lo que me ha echao la vida, voy a poder con esto." Vas a ir en plan I'ts the final countdown ninonino. Hasta que el jefazo se quita la capucha y te ves a ti mismo.
Porque sí, en algún momento de tu vida vas a tener que luchar contra tu peor enemigo y ese eres tú mismo.
Te has visto crecer, te conoces mejor que nadie aunque no te des cuenta y en el momento en que "the Boss" quiera a ir a por ti, va a ir a matar. Cualquiera puede intentar destruirte desde fuera, pero tú tienes el poder de destruirte desde dentro.
Yo por desgracia hace algunos meses que me encuentro viviendo esa batalla campal dentro de mi cabeza, y por si yo solita no fuera lo suficientemente mortífera, hay quienes (más de una persona, no os creáis especiales que esto no es una indirecta) se dedican a dejarme guindas en el pastel, ayudando a "Boss".
Yo antes no me dejaba ayudar, pero he llegado un punto donde Boss no me deja ni dormir, ni comer, ni me deja trabajar tranquilita. Así que si Boss puede recoger las piedras que otros ponen en mi camino para aventármelas en la cara, yo puedo aceptar la ayuda de quien de verdad me quiere y se preocupa por mi y usarla de escudo. Como si fuera mi Patronus (mi Patronus pa quien tenga curiosidad, es un Panda.)
¿Por qué tengo que quedarme hecha mierda pensando en que no le importo absolutamente a nadie y que le sobro a todo el mundo cuando hay gente que se empeña en demostrarme que no es así?
El problema es que yo sé, realmente sé que hay gente que me quiere y sé que hay gente que haría cualquier cosa por mí; pero yo no puedo evitar sentirme mal ni sentir que todo es inútil, ni sentirme sola, ni puedo evitar pensar que los muertos tienen suerte.
Para quien ande un poco perdido os estoy hablando de la depresión. Algunos sabrán bien de lo que hablo, otros por suerte para ellos, no.
Es como un vacío que se lo va tragando todo. Estos meses he hecho cosas que harían muy feliz a la gente, o me harían muy feliz de no estar deprimida: me he reconciliado con amigos, con la familia, he recuperado parcelas de poder en mi vida que jamás había tenido, me he sentido importante y buena (realmente buena) en las dos únicas cosas que se me da bien hacer (en realidad no son las únicas, pero son las únicas que me importa que se me den bien), me he sentido amada, me he sentido deseada (y mucho) y hasta por primera vez en mi vida estoy siendo ordenada y me estoy dejando crecer las uñas y con el disgusto que tengo hasta he adelgazado, que es algo que suele preocupar a las mujeres (a mí no, pero bueno). Y NADA de esto me ha hecho feliz. En el momento sí, me río, lo disfruto pero ¿para qué? Al rato vuelvo a sentirme tan vacía como siempre. Las semanas pasan Sábado-Miércoles-Sábado, y cuando me doy cuenta ya ha pasado otra.
Y cada vez el vacío se está comiendo más trozo de mi alma, como los dementores. Y bueno, Noviembre siempre ha sido un mes especial para mí, ya veremos en qué acaba. Yo me conformo con dejar de llorar a cada rato y en todas partes, que he llegado a derrumbarme por un "no hace falta que laves los platos".
Si me permitís pediros un favor, no para mí, sino un favor común, tened cuidado con lo que decís a otras personas o delante de otras personas, tened cuidado con a quién hacéis daño, porque el Boss de cada uno nunca duerme, y siempre vuestras palabras o vuestros hechos pueden ayudar a un Final Boss a destruir a alguien.
Quizá a muchos de vosotros os la sude a mares este post, pero quiero pensar que si alguien se encuentra en una situación parecida, quizá no se encuentre tan solo después de leerlo.
Si estáis mal hablad de ello, siempre desahoga y eso debilita a Boss.
"Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos." ~ Buda.
"Cuando no hay un enemigo interior, los enemigos exteriores no pueden hacerte daño." ~ Proverbio africano.
"Porque yo soy mi primer amor y mi peor enemigo, que me quiero a la vez que me hago las espuelas de Cristo. Puede ser que de tanto quererme olvidara que soy mi enemigo, puede ser que lleve años aprovechándome de mí mismo. Me conozco tan bien que aprovecho mis debilidades y sé cuando estoy más predispuesto para hacer más maldades." ~ Melendi.

0 comentarios:
Publicar un comentario