viernes, 28 de noviembre de 2014

Cicatrices

Las cicatrices son como contar una historia de vida, la historia de tu vida.
Si tienes una cicatriz es porque has superado un problema, o con un poco de suerte, porque tienes una anécdota divertida que contar.

Al poco de nacer ya tenemos nuestra primera marca: el ombligo. La marca que indica que todo acaba de empezar, que tenemos una cuenta de usuario en esta mierda de vida. La primera de muchas cicatrices que aún quedan por venir.

Puedes ver a una madre con cicatrices producidas por su embarazo, esas son cicatrices alegres.
Puedes ver cicatrices de superación, como las producidas por una operación por una enfermedad o un accidente.
También están las "marcas de guerra", las cicatrices que te haces a ostias.
Y están las cicatrices de dolor. Puedes ver a alguien con cicatrices en sus muñecas y entender que esa persona lo ha pasado mal.
Las cicatrices producidas por maldiciones ya no sé en qué categoría estarían. En la friki, supongo.
También están las cicatrices tontas que te dan una buena historia que contar de por vida.

Pero sin duda las peores cicatrices son las del alma. Esas no se ven, pero son las que más duelen, sin duda. Porque no suelen tener cura ni remedio, y siguen doliendo aunque estén cerradas.
No existe mercromina para las cicatrices del alma.
Dicen que el alcohol (a ser posible con dos hielos) desinfecta, pero sólo es un parche. Siempre vuelven a sangrar y a infectarse.
Las lágrimas son formas de ver que una cicatriz del alma sigue abierta.

Sólo hay una medicina para estas cicatrices.





Pensamientos de  un Esperma

Cicatrices

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