miércoles, 17 de septiembre de 2014

A un día de la cuenta atrás

Este año a sido muy raruno para mi, desde aquel ayer que llamamos Enero, donde comenzó. Me muevo en una montaña rusa seminfinita. Digo semi, porque algún día el viaje tiene que terminar.
Al ser una montaña rusa, está llena de cuestas y bajadas.

Ahora estoy en uno de esos picos bien altos, noto como poco a poco estoy subiendo y que, por extraño que parezca y por muy pocos motivos que tenga, llevo subiendo un par de días. Para muchos esto es un motivo de felicidad, muchos disfrutarían este momento como si no fuera a tener nunca fin. Yo no puedo y es que, desde muy pequeño, mis padres me han enseñado que, todo lo que sube baja.

Ahí estoy, el viaje continúa, sigo con mi inmensa sonrisa falsa. Sí, falsa, porque detrás esconde miles de miedos. Y es que, ¿Quién no ha escondido algo detrás de una sonrisa? Miedo a bajar, cuanto más suba, más rápido bajaré, mas me estrellaré y, como no, más molestaré a los que están cerca mía.

Pasados los 5 primeros minutos de algo que me pasa bueno -Ir de viaje, salidas con los amigos...- siento que tengo que estar preparado. Algo malo esta acechando desde lo más hondo del abismo. Más me vale no estar demasiado contento o, más temprano que tarde, algo malo va a pasar.

Y es que no me queda nada más que decir que "La risa no es sino, la preparación para la tragedia".

Hoy las cosas son así. Mañana van a cambiar... y lo mejor que yo puedo hacer es aprender ambos días, y dar lo mejor ambos días. Sin esperar que se me reciba.

Diario de un esperma

A un día de la cuenta atrás

0 comentarios:

Publicar un comentario

Cargando, por favor, espere.