Cada segundo que pasa es más difícil para mi entender el proceso del que sin querer ahora formo parte. Y pese a estar acompañado en estos momentos me siento más solo que nunca. Hecho de menos mi cola. Jamás supe para que servia hasta que tuve que usarla. Ahora soy un huésped en el ovulo y estoy a su disposición. No puedo escapar, aunque en cierto modo tengo mi libertad. Aquí dentro puedo hacer lo que quiera.
Algún que otro compañero esperma aún golpea las paredes de mi nuevo hogar. Pero no pueden pasar. Solo hay un ganador y no hay premio para el segundo. No sé cual será su destino, Y no quiero pensar en ello. Ya tengo bastante con lo mío. Toca dejar atrás a mis hermanos caídos, cerrar un capítulo y empezar otro.
Busco señales, flechas, cualquier cosa que me diga el próximo paso, el primer renglón de mi nuevo capítulo. Y seguiré buscando.

0 comentarios:
Publicar un comentario