Pensamos que no somos lo bastante buenos, que nos falta algo. Entonces vemos a alguien que parece feliz, y creemos que es porque algo de lo que tiene le da esa felicidad. Es alto, claro que esta siempre contento, pensamos. O también nos decimos que si una chica como la que sale con él nos hiciera caso nuestra vida sería perfecta. Cuando vemos a nuestra ex con otro tío y queremos partirle la cara no es porque sea un imbécil (aunque puede que sea un imbécil, y feo además), es porque nos hace sentir mal verla con él. Aunque ni siquiera queramos volver con ella.
El secreto consiste en saber que las personas de las que estamos celosos también están celosos de alguien. La felicidad no se basa en tener cosas, nunca ha sido así. No se puede decir lo mismo de las personas. Querer a alguien es sufrir si no esta contigo, estar en el cielo si siente lo mismo y en el infierno si quiere a otro. Pero no puedes poseer los sentimientos de otra persona, no los puedes controlar mas de lo que controlas un terremoto o un huracán. Y que una persona de todas las que viven en la Tierra no quiera salir contigo no quiere decir que seas malo o inferior. Solo que tendrás que seguir buscando.

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