Pensándolo bien un poco, somos el producto que un tío con mucho dinero y mucho poder, vende a otros. Nos vende a políticos corruptos, nos vende a organizaciones terroristas, etc...
Nuestra existencia es efímera, estamos programados para nacer, reproducir, y morir. Nosotros somos la juventud, los espermines recién salidos del horno y, como tal, es nuestro deber romper las normas, emborracharnos, salir, desafiar a la poli... como juventud, debemos rompernos la camiseta y alocarnos.
En resumen, todo el que se sienta joven, que desafíe a las leyes, que deje de ser un número, un producto de algún cazique, para pasar a ser una persona con vida propia y pensamientos propios. A MI NO ME CONTROLA NADIE.

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