Parece que fuera ayer cuando al abrir un regalo en Navidad creía de verdad que un señor gordo y mágico se deslizaba por mi chimenea (aunque no tuviera). También parece que no halla pasado ni un solo día desde que un euro me parecía una fortuna. ¡Un euro!
Las cajas de cartón parecían grandes fortines, los padres superhéroes y aprobar era tan fácil como ir a clase. Las únicas preocupaciones eran ganar el partido de fútbol a la hora del patio, quién tenía los mejores cromos, cuantos días iba a poder saltarme al ponerme enfermo y cuanto faltaba hasta las próximas vacaciones.
Todo ha cambiado tanto... no digo que hacerse mayor sea malo, sólo que ahora los regalos ya no son mágicos, con un euro no compras ni el pan. Los padres se han combertido en superviejos y, bueno, de aprobar, ni hablemos... Nos preocupamos por comprarnos un coche, tener fiesta a todas horas y cuanto queda de vacaciones, me pregunto cual será mi próxima preocupación, tal vez tenga que cuidar a 7 hijos (Dios me libre de tener que cuidar a 7 mini yo).
No pararía el tiempo pero me parece demasiado poco 24 horas en un solo día, 7 días en una sola semana y doce meses en todo un año. Cronos no espera ha nadie, no esperes tú ha que alguien aproveche tu tiempo por ti. Vive. Vive rápido y sin freno. No seas normal, pues nadie lo es. Come, duerme y disfruta de todas las formas que puedas, ya me entiendes.
El tiempo sólo te permite avanzar, asegúrate de ir a donde quieras.

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