Diario ~ Efímera Felicidad (Día 4)

Vivir simplemente sin saber el sabor que tiene una golosina, es difícil, es duro, es algo horrendo. Pero eso no es lo peor, lo peor es que te pongan la golosina en la boca y te la quiten, que te dejen ver como sabe y en el momento en el que va a llegar el clímax de la gominola, *PUM* te la quitan de tu boca sin preguntarte nada, sin dar opción a reproche.

Esa es una buena descripción de como me sentí ayer. Cuando todo parecía ir de pu** madre, cuando todo empezaba a mejorar, cuando mi estado de ánimo empezaba a llegar a su tope, *PUM*, te meten un palazo en los huevos y, todo el esfuerzo, todas las ganas que le habías puesto ha echarle dos cojo*** a la vida, te los arrebatan.

Podría llegar a pensar que lo hacen sin querer, que tal vez no sea aposta, incluso e llegado a pensar que ese palazo me lo merecía por bobo. No se que excusa ponerme para poder entender que, la persona por la que haces cosas estúpidas, la persona por la que intentas levantarte cada mañana, no tiene un ápice de interés por ti, que no eres más que uno de esos cientos de amigos que, igual que yo, han escrito una línea casi sin contenido, en el capítulo de Estúpidos, en el libro de su vida.

No se sí, para ella, yo no tendré lo que tiene otro, tal vez para ella sólo sea un amigo al que tuvo la mala suerte de conocer, lo único que se es que, conmigo, es con quién mejor iba a estar y, hoy, con todo mi mal genio, me siento en la obligación de decirte que: Ojalá alguien te pague con la misma moneda.

"Yo se que la sonrisa, que se dibuja en mi cara, tiene que ver con la brisa, que abanica, tu mirada (Estopa)"

Diario ~Día 4

Efímera felicidad