Esta es su historia, comenzó hace tiempo, cuesta recordar cuanto exactamente, pues cuando estaba con ella el tiempo pasaba exagerademente rápido. Debió pasar un año entre que empezaría a ser un mujeriego hasta que pararía. Para él, el 2014 empezó queriéndose comer a una chica, grato error del que saldría mal parado mas adelante. Jamás lo conseguiría, a él, parecía gustarle vivir en su mentira de que sí lo iba a conseguir.
Ese fin de año, en el que él entroó, el 2014, él ya tenía un lío. Iba a por el segundo. Este era el que más en la vida le había hecho gozar. Estaba con una persona con la que sin duda era mágica en la cama. Jamás había visto semejantes guarrerías juntas. A él le gustaba, incluso lo llegó a confundir con amor, cosa que no saldría bien para él, mucho menos para ella. Ella estaba dispuesta a darlo todo por él, dejó incluso cosas atrás por Juan Pedro, este, con una fribolidad tremenda, terminó en Noviembre de 2014 con ese "royo" que ya duraba más de año y 2 meses.
Juan Pedro seguía quedando con la chica de fin de año. A fin de cuentas, ambos tenían las papeletas solucionadas. El tenía su royete gozante y ella su noviete fresco. Los meses fueron pasando y la confianza aflorando. No podía evitarlo, para Juan Pedro era imposible olvidar a aquella chica. Hasta tal punto que pasaría por la cama con otras 3 chicas y estaría pensando en ella.
La cosa se enfrió, por lo que Juan Pedro, como buen sultán, se fijó en otra chica. Pareciá que todo iba bien, la cosa estaba como nunca. No había día que no se despertara con ganas de verla en aquel estrecho pasillo, sonreír cuando Juan Pedro llegaba. Nadie sabe porque, pero en Octubre acabó la magia. Un día éramos amigos, al sigiente les cuesta saludarse por aquel pasillo que, un día, les condujo hacia el paraíso.
Para él, en el amor, fue una birria, jamás consigió lo que quería con aquellas chicas que les rozaron el corazón. Pero lo cierto esque, él no tiene queja, pues fue el año con el que más chicas intimó, el que más aprendió y el que le hizo una máquina del amor.
Parecía que el año se iba a cerrar. Él, ni en sus peores pesadillas se podía imaginar lo que ocurriría. Había tenido una charla con su pequeña cajita de confesiones 3 ó 4 días antes de fin de año sobre si, la chica del principio podía volver a aparecer en fin de año. Ambos se riéron. Ni Juan Pedro, ni su amigo, veían que eso fuera a ser posible. Pero ocurrió. Volvió a entrar en sus pensamientos y a salir de una manera tan efímera, que todavía cree que no haya ocurrido.
Él se ha propuesto alejarse de ese mundo. Juan Predro, un chico listo y curtido en mil amorías batallas, decide esperar a quién de verdad desee entrar entrar en su vida y él quiera abrirle las puertas. Mientras tanto, él lleva puesto el cinturón de castidad. Lleva más de 5 semanas consecutivas sin sexo, algo que para él, era impensable y más, sabiendo que es así porque él mismo quiere.
Ha pasado por la cama de 8 chicas en todo el año, algo que jamás, hasta ese trágico y desastroso año que haría que cambiara totalmente de actitud respecto a las chicas, había imaginado. Para él, ni muchas, ni pocas, suficientes.
Sabe que ahora es cosa de esperar, esperar a esa princesa que de una forma o otra, llene todos los vacíos que poco a poco se van generando por la pérdida, falta ó añoranza de personas que se van marchando.

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