jueves, 29 de mayo de 2014

Destino 2.0

Según las leyes de la física, todo en este universo sigue el principio de causa y efecto. Alguien tira una colilla por la ventana del coche y un bosque se incendia. Otro decide no estudiar y ir de fiesta esta noche y acaba conociendo al amor de su vida. O suspendiendo, que es más probable.

Si esto es cierto, y no veo porque no iba a serlo, significaría que en teoría es posible predecir el futuro. Técnicamente, si se poseyeran los datos necesarios (estamos hablando de todos los factores que podrían influir en cierto evento, y eso son millones de datos) y un ordenador con una capacidad de análisis increíblemente alta, no sería tan complicado como se podría pensar. Después de todo las formulas necesarias no serian muy diferentes a las que se enseñan en la carrera de física, por ejemplo.

Interpretar patrones de conducta, estilos de vida y costumbres para adivinar como cierta persona actuará ante determinadas situaciones sería solo el siguiente paso, uno muy lógico. Integrando esta información con todo lo anterior, las predicciones se volverían bastante exactas incluso si las decisiones de un individuo son una de las variables. ¿Donde queda pues el libre albedrío?

En el pasado el destino era el camino por el que transcurría la vida de una persona, un camino decidido antes de su nacimiento por un ser superior. Puede que en un futuro muy lejano el destino sea algo que podamos calcular.

Doy gracias a que mis ojos no llegarán a ver todo esto. Un mundo en el que una especie de bola de cristal informática pueda predecir todo lo que nos pasará a lo largo de nuestras vidas me resultaría tremendamente aburrido.

                           Pensamiento De Un Esperma



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